Guy Roland es un hombre sin pasado y sin memoria. Ha trabajado durante ocho años en la agencia de detectives del barón Constantin von Hutte, que acaba de jubilarse, y emprende ahora, en esta novela de misterio, un apasionante viaje al pasado tras la pista de su propia identidad perdida. Paso a paso Guy Roland va a reconstruir su historia incierta, cuyas piezas se dispersan por Bora Bora, Nueva York, Vichy o Roma, y cuyos testigos habitan un París que muestra las heridas de su historia reciente.
La historia avanza a trompicones, la acción se resuelve en una pila de fotos amarillentas e hilos hechos de palabras faltas de contexto, los viejos registros de teléfonos persiguen fichas que parecen sacadas de una novela detectivesca.
Calle de las tiendas oscuras es una investigación policiaca, donde el sujeto y la víctima son los mismos –el propio “yo”, el protagonista, Guy Roland. El detective se persigue a sí mismo, desmenuza su pasado que cubre un grueso vendaje del olvido y de negación. Se atreve a perseguir la respuesta a una pregunta peligrosa: “¿quién soy yo?” Intenta, a partir de los fantasmas que pululan en los sótanos del pasado, reconstruir la historia. Él es un valiente investigador privado que se dispone a recorrer las callejuelas de Paris en pos de su identidad perdida/destruida. Rebusca entre los escombros de sus amores y sus amistades, debajo de la gruesa capa del paso del tiempo.
Patrick Modiano (Boulogne-Billancourt, Francia, 1945), novelista francés. Sus primeras obras giran en torno a uno de los episodios más dolorosos de la historia reciente de Francia: la ocupación nazi y la colaboración francesa. Entre sus escritos, de carácter introspectivo, notamos frecuentemente, la búsqueda de la propia identidad y la desolación. Su estilo observa un tono limpio y directo, preciso, acompañado de una sensibilidad fuera de lo común. Es considerado uno de los grandes escritores franceses contemporáneos, junto con Pierre Michon, Pascal Quignard y Le Clézio. Entre los galardones más importantes que le han concedido, se encuentran el Gran Premio de la Novela de la Academia Francesa en 1972, el Premio Goncourt en 1978, y ahora, el Premio Nobel de Literatura, 2014.